En este año tan difícil, en el que las fiestas se han tenido que suspender, la celebración religiosa en honor de la Patrona de Portillo ha podido con el corona virus.
Pese a no poder salir en procesión, el altar lucia radiante como estos últimos años.
Bocas de dragón y lisiantum en tonos rosa y blanco quedaban genial en los adornos elegidos para este año.